Clint Eastwood es sin duda alguna uno de los mejores directores que existen en estos momentos. En “El Intercambio”, nos propone una dirección sobria, clásica, en la que sobresalen los actores en una historia realmente sorprendente y que cuesta creer que haya ocurrido en la realidad, por la gravedad de los hechos.
Angelina Jolie una madre desesperada por la desaparición de su hijo, y junto a ella nos encontramos actores impresionante como John Malkovich y Jeffrey Donovan. Jason Butler Harner también compone un personaje a destacar.
Con una duración de dos horas y media, “El Intercambio” nos presenta la trágica historia de Christine Collins, centrándose en ella pero dándonos otros márgenes de maniobra en los que la película fluye diversificando esa duración y componiendo una de las mejores producciones de este 2008.Clint Eastwood sabe cómo crear una verdadera atmosfera cinematográfica con un gran equipo, eso está claro, pero también hay que saber dirigirlos. Otro gran maestro como es Alfred Hitchcock siempre decía que trabajar con niños y animales era lo peor y más difícil del mundo, pues bien, aquí el bueno de Clint se rodea de unos niños que nos dejan unas interpretaciones espectaculares.
Puede que este Intercambio partiera desde un principio con ciertas desventajas. Analizando su premisa, esta no dista demasiado de esos bodrios de sobremesa de consumo rápido, en el que el melodrama escapa por la pantalla como una substancia viscosa y asfixiante. Sin embargo, la magia del genio fluye desde el primer fotograma introduciendo al espectador en una historia visceral, dura, carente de edulcorantes y al mismo tiempo emotiva y conmovedora. El Intercambio es la lucha de la humanidad contra el salvajismo instalado en sus instituciones y en el propio espíritu de los hombres; y sus protagonistas, al fin y al cabo, son tan sólo hombres y mujeres condenados a vivir rodeados de depredadores. Eastwood equipara ante los tribunales del pueblo a corruptos y a asesinos, a consentidores y a criminales en esta impactante cruzada de una inolvidable Angelina Jolie, aquí menos estrella y más actriz, que impulsa con su presencia un drama demoledor. Porque esta es la marca de la casa, ese factor con el que Eastwood marca la diferencia. Sus obras logran que el público llore, ría, sufra, hierba de rabia en sus asientos e incluso se rebele. Eastwood logra que el espectador sienta, y que no se limite a comer palomitas mientras espera, lacónico, la siguiente explosión. Esta semana sí, en esta sección tenemos cine.
Una gran dirección artística nos ayuda a meternos en la historia, al situarnos en la ciudad de Los Angeles de los años 20 y 30. En definitiva, “El intercambio” es una película que sobresale entre la mediocridad que abunda en las carteleras, y se mantiene como una gran título en una filmografía plagada de éxitos como es la del Sr. Eastwood.